Es la biblioteca donde se encuentran todos los pensamientos, palabras, acciones y emociones del alma a lo largo de su existencia. En los Registros Akáshicos pasas a un estado de conciencia Universal Divina, donde reconoces tu Divinidad. Este estado te permite percibir las sensaciones y vibraciones de los Registros y traducirlos.
Cuando entras en los Registros Akáshicos, recibes un baño de Luz Divina que ilumina tus pensamientos, emociones y experimentas sensaciones de paz, amor y plenitud, entre otros.
Los Registros Akáshicos están protegidos y gobernados por Seres de Luz, llamados Señores de los Registros Akáshicos. Ellos cuidan la integridad de la información, deciden quién puede acceder a ellos y lo que se puede recibir. Los Señores de los Registros trabajan, con los Ángeles, Árcangeles, Guías, Maestros y Seres de Luz a quienes les descargan la información que darán durante cada lectura akáshica ¿Te animas a leer los tuyos?
Al comenzar se pronuncian unas oraciones junto a tu nombre y apellidos que proporcionan la vibración adecuada para entrar a los Registros de tu Akásha. Al recibir el mensaje vas sintiendo que tu corazón se va abriendo para recibir el mensaje. Cuanto más abras tu corazón más conciencia tendrás de tus Registros Akáshicos.
La clave a la entrada a los Registros akáshicos es el sentimiento de amor que te envuelve.
La sesión se desarrolla con preguntas y respuestas, que pueden ir desde lo más material a lo más espiritual. Las respuestas suelen dar herramientas para el momento presente de cada persona y si es adecuado y relevante información de vidas pasadas. Antes de finalizar la sesión los Guías, Maestros y Seres de Luz te dan un mensaje final y su bendición.
Hay tres procesos importantes que suceden en la apertura de los registros akáshicos: